Crónica, Una Vida y Mucha Música


Una vida y mucha música.




En este relato les contaré como mi vida se conectó en algún punto con la música y desde entonces siempre nos hemos mantenido juntas. Iniciaré por contarles que nací el 10 de octubre de 1994, un año en el que la emoción más grande fue ver a la selección Colombia jugar el mundial en tierra norteamericana, mismo año en el que el defensa Andrés Escobar moriría por haber anotado un autogol. Pero en el hogar de los Castaño Méndez el nacimiento  de su primera hija era motivo de alegría, tanto que pese a la falta de recursos mi papá compró una pequeña cadenita de oro con un dije en forma de ángel. Aquella cadenita le había resultado la más interesante de todas debido a que el vendedor le afirmó que ella le protegería en el momento en que más lo necesitara, siempre y cuando no me la quitara ni un solo instante. Y por muchos años así fue.

 Cuando todo comenzó 

Cuando tenía cinco años inicié la edad escolar, en algún momento le dijeron a mi mamá que su hija tenía una linda voz, y que debía apoyarla para desarrollar su talento, aunque incrédula, mi mamá aceptó el concejo que le había realizado y en empezó a inscribirme en participaciones y actos culturales para que “fuera perdiendo el miedo”, la primera presentación fue para la graduación de preescolar, las maestras de los dos cursos organizaron una representación musical de la fábula de Simón el bobito. Mamá consideró que yo podría cantar en la presentación, por eso todo se preparó para que el día 30 de noviembre del 2000 ocurriera mi “debut”, los nervios no tardaron en llegar, eran tantos que no quise salir y por poco la presentación no se puede realizar, pero mi mamá fue corriendo para darme animo y me recordó una película en la que el protagonista imaginaba a los que lo estaban mirando con ropa graciosa.

Minutos antes de salir sujete el dije de mi cadenita y recuerdo que dije en voz alta: - Como quisiera que todos usaran ropa graciosa como en la película-.
Cuando nos llamaron a presentarnos no podía creerlo, todos hasta la señora coordinadora usaban disfraces muy divertidos, tanto que empecé a reír antes de iniciar la obra. Ese día todo salió muy bien, a todos les gustó nuestra obra y no dejaban de repetirme lo bien que lo había hecho y lo lindo que cantaba. Parecía como si nadie más, sólo yo, hubiesen notado el cambio repentino en los atuendos de los asistentes.

Año 2006, una gran oportunidad


El 2006 fue un año increíble, después de múltiples participaciones en eventos culturales e institucionales, se abre una convocatoria para un concurso infantil a nivel nacional, múltiples ilusiones surgieron junto con la convocatoria, por lo que una noche antes de dormir, tome la cadenita entre mis manos y desee con todo mi corazón el poder presentarme a esa convocatoria. La expectativa fue mucha esperando los resultados pero al día siguiente me estaba presentando ante los jurados para adicionar. Los nervios, aunque siempre presentes, ya no parecían un problema. Pasé primera ronda, la segunda sucedió lo mismo, pero cuando llegué a la ronda final en la que se decidiría si podría viajar a la capital, empecé a sudar y no sé en que momento olvidé la letra de la canción. Mi oportunidad se había esfumado, regresé a casa triste pero mi familia me brindó todo su apoyo y comprensión para lograr superar el impase vivido.

2008 y muchos villancicos


Un amigo de la familia le pidió a mis padres que me permitieran participar en un concurso local de Villancicos, y ellos accedieron en vista de que yo me encontraba motivada a participar. Cantamos en todas las rondas y aunque éramos el grupo menos favorito a ganar logramos llegar a la final. Ese día, tenía mucho temor, recordaba la oportunidad que había perdido un par de años atrás; ese día 23 de diciembre de 2008, tomé la cadenita y sólo pedí una cosa, quería ver a toda mi familia apoyándonos, no tardó mucho cuando escuché las voces de mis padres, mis abuelos, mis tíos. Cada uno de ellos se encontraban allí, fue una gran alegría; ese día canté con todas mis fuerzas, me sentía tan agradecida. Los resultados fueron increíbles, logramos ganar y nos dieron la oportunidad de grabar un disco con los otros grupos que había ocupado el segundo y tercer lugar, esa experiencia nunca la olvidaré.

2012, un año decisivo

En el año 2012, me encontraba recién graduada del colegio, tuve que dejar en pausa muchos de mis sueños, pues las responsabilidades en mi hogar no podían esperar. Salí a trabajar como una persona común, pero quería mucho más para mi vida. Un sábado, después de un día no muy bueno, me senté en mi cuarto, cerré la puerta y con lágrimas en mi ojos, pedí el último deseo a la cadenita, quería poder hacer lo que me gusta y de esa forma poder ayudar a mi familia. Al día siguiente un amigo me ofrece cantar para un proyecto musical de Youtube. Acepté creyendo en la oportunidad que me estaban presentado. Este proyecto cambió mi vida y ahora ese amigo es mi esposo. Seguimos trabajando y muchas puertas se han abierto. La cadenita la perdí en el año 2016 luego de que me la robaran, pero agradezco infinitamente las cosas buenas que trajo a mi vida y sigo trabajando para alcanzar cada uno de mis sueños siempre rodeada de mucha música.


Comentarios

  1. La crónica es acertada , aunque debe mejorar algunas cuestiones en el gerundio.

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